Una buena distribución y los muebles justos darán el protagonismo que se merece a la estancia más importante de la casa.
1. TOMA MEDIDAS
Por su centralidad en la vida doméstica, el salón es el espacio de la casa que suele disponer de más metros, y por tanto menos problemas de distribución presenta a priori. Aún así, es necesario respetar unas medidas básicas. Por ejemplo, cuanto más amplias sean las zonas de paso, más grande parecerá el salón. Lo mínimo son 80 cm y unos 100 cm si hay muebles con armarios o cajones. Entre la mesa de centro y el sofá debe haber unos 40 cm, para mover las piernas cómodamente. Y entre el sofá y las mesas auxiliares, unos 15 cm. Si salón y comedor comparten espacio, la trasera de los muebles puede servir para separar zonas. Hay que dejar 90 cm detrás de las sillas para desplazarlas.
2. PREGÚNTATE A TI MISMO
3. TRUCOS DE PRESTIDIGITADOR
Existen estrategias fáciles de aplicar que hacen que el salón parezca más grande. Un gesto tan sencillo como dejar libre el espacio frente a las ventanas y abrir las cortinas hace que la mirada se dirija al exterior y el salón crezca. Un espacio ordenado también parece más grande. Usa cestos y cajas para lo más pequeño y concentra el almacenaje en una pared. Opta por pintura y muebles en tonos claros y lisos: se “alejarán” visualmente y ganarás sensación de amplitud. Los muebles ligeros –pufs, mesas sin baldas, butacas…– restan menos espacio y son más fáciles de mover.
4. LA ARRUGA ES BELLA
Aprovecha las irregularidades del espacio en tu favor. Traza una línea entre los puntos más alejados del salón y coloca el centro de los ambientes coincidiendo con esa línea. Elige algún mueble de formas redondas: no “delatarán” las irregularidades de las paredes. Las alfombras te ayudarán a equilibrar las proporciones, delimitar las distintas zonas del salón y “asentar” la decoración. Aprovecha los huecos con muebles a medida. Si puedes saca partido a la pared más recta para colocar el sofá. Si las paredes son curvas arrímalo a las ventanas dejando un paso de 80 cm y sin interferir las vistas.
Fuente: El Mueble